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Tratamientos Reductivos

El lipoláser es la técnica más avanzada para eliminar grasa corporal, ya que permite tensar la piel a la vez, gracias a la “acción calor” del láser.

Por esa razón, la liposucción láser está especialmente recomendada para las áreas corporales donde se necesita una acción tensora importante después de extraer la grasa, tales como la cara interna de brazos y piernas, la papada o la tripa. Aunque también zonas a las que es difícil acceder mediante una liposucción tradicional como grasa en la espalda, gemelos, zona alta del estómago, etc.

¿Qué ventajas tiene el lipoláser? 

Reduce el volumen en poco tiempo, es una técnica muy segura y tiene un postoperatorio sencillo (menos inflamación y hematomas) y sin dolor, que te permite reincorporarte al trabajo en 3-4 días.

Lipoláser: una técnica con la que, por fin, redefinir tu figura

Con el lipoláser, podrás recuperar la figura que tenías antes o conseguir, por fin, la que deseas. Los resultados del lipoláser sobre la silueta los notarás rápidamente en lo que se refiere a volumen, aunque serán necesarios otros 2-3 meses desde la operación para que puedas apreciar los resultados definitivos; ese es el tiempo que lleva la formación de colágeno nuevo en las estructuras de la piel.

La gran ventaja del lipoláser es que los resultados estéticos mejoran a los de la liposucción tradicional, ya que la piel se adapta mejor a la nueva figura. ¿Cómo lo consigue el láser? Disolviendo la grasa y al mismo tiempo contrayendo la piel de las zonas en las que quieres eliminar grasa. ¡Esa es la verdadera revolución que ha aportado el láser al campo de la remodelación corporal!

Hay que aclarar que los resultados del lipoláser son definitivos siempre que las variaciones en tu peso corporal no superen en lo sucesivo el 10% (6 kg si pesas 60 kg).

Cómo funciona el lipoláser

El lipoláser consiste en usar el haz de luz que emite un láser de un diodo 980nm, introducido bajo la piel para disolver y eliminar la grasa. El láser consigue licuar la grasa y a la vez provocar un efecto de contracción de la piel, al depositar calor bajo la dermis. Esta grasa, convertida en un líquido oleoso, no se extrae mediante una cánula de aspiración, como en la liposucción tradicional, sino que se reabsorbe, dejando la tarea de depuración a los propios mecanismos naturales del organismo. Con todo ello, el efecto de reducción del volumen es más rápido y se trabaja mejor la tensión de la piel, permitiendo definir el contorno con mucha más precisión. Una de las recomendaciones médicas que es imprescindible seguir tras someterse al lipoláser es llevar una faja reductora especial.

¿Cuáles son las ventajas de eliminar grasa con lipoláser?

  • Incisión pequeña. Para la realización de una liposucción láser sólo ser hace una pequeña incisión en la zona a tratar, suficiente para pasar la cánula o sonda con la fibra láser.
  • Sin suturas. No hace falta coser porque las incisiones son mínimas (de 3 mm) y cicatrizan por sí mismas.
  • Contracción de la piel. La aplicación de la luz láser tiene un doble efecto en la zona. También emite calor que ayuda a que la piel se vaya contrayendo y así se acelere el proceso de disminución de volumen permitiendo a la piel recuperar su firmeza y tersura naturales.
  • Menos sangrado y hematomas. Con esta técnica se reducen la hemorragia y los hematomas, ya que el láser coagula los vasos sanguíneos,
  • Proceso casi indoloro. A diferencia de otros métodos, la intervención con lipoláser no es dolorosa. Tras aplicar anestesia local, el “pinchazo” para la introducción de la cánula no supone un dolor agudo. Por otro lado, después de la intervención tampoco se tienen grandes molestias. La incisión al ser pequeña cicatriza y se cura rápidamente sin presentar complicaciones ni dolores.
  • Sin hospitalización. Por las características de la intervención, la liposucción láser no requiere que el paciente sea hospitalizado y pasadas unas horas después de la aplicación de la luz láser se puede volver a casa.
  • Resultados definitivos en tres meses. Los resultados llegan pronto, en una o dos semanas. Sin embargo, las diferencias definitivas se aprecian en aproximadamente dos o tres meses. Sólo en alguna zona especialmente complicada, los resultados pueden tardar en ser definitivos cerca de un año.

Las principales contraindicaciones del lipoláser son comunes a otras técnicas de cirugía estética, básicamente la obesidad (sólo sirve para eliminar grasa localizada), la hipertensión y la diabetes, los problemas de coagulación y el embarazo.

Las alternativas al lipoláser son la liposucción tradicional (para cantidades mayores de grasa y con una cánula de extracción), y la lipoescultura (para cantidades menores de grasa y más centrada en redefinir la figura, incluso rellenando zonas del cuerpo con la grasa extraída de otras para hacerlas más atractivas).

El lipoláser ha supuesto un cambio tan grande en la redefinición del contorno que es uno de los tratamientos que más recomiendo en casos de pequeñas cantidades de grasa localizada y tendencia a la flaccidez. Otra de las grandes ventajas que ha traído es que los pacientes se pueden reincorporar rápidamente a sus quehaceres rutinarios, porque se trata de una técnica muy segura y mínimamente invasiva.