Seamos claros: Las líneas de expresión y las arrugas son 100% normales y algo que todo el mundo experimentará en algún momento de su vida. Sin embargo, para aquellos que no les gustan contamos con el botox. Este tratamiento se utiliza ampliamente en dermatología para prevenir y corregir estas manifestaciones del envejecimiento.

¿Qué es el Botox o toxina botulínica?
El tratamiento de Botox consiste en pequeñas inyecciones en las áreas a tratar, que consiguen bloquear de forma reversible el impulso nervioso que produce la contracción muscular. Así se crea una relajación de los músculos faciales logrando detener la aparición de arrugas de expresión de forma temporal.
El Botox, produce un rejuvenecimiento de la mirada por su acción sobre la musculatura periocular y frente. Tiene un efecto de rejuvenecedor sin necesidad de cirugía. Se utiliza para tratar principalmente el tercio superior de la cara, suavizar la mirada y eliminar las arrugas de expresión del entrecejo y las patas de gallo.
Sin embargo, no solo es utilizada en dermatología estética ya que también se utiliza para tratar varias afecciones médicas, como la migraña, estrabismo, distonías o la hiperhidrosis, también conocida como sudoración excesiva. La falta de conocimientos y la desinformación por parte de los medios han hecho que se generen muchos falsos mitos del botox.
¿Cómo actua el Botox o toxina botulínica?
El botox es una neurotoxina que se produce de forma natural por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Estas sustancias se dirigen al sistema nervioso periférico (unión neuro-muscular), interrumpiendo los procesos de señalización nerviosa que estimulan la contracción muscular. De esta forma el botox, causa una parálisis temporal del músculo y secundariamente la relajación del mismo.
Para que cualquier músculo se contraiga, los nervios liberan un mensajero químico llamado acetilcolina en la unión donde las terminaciones nerviosas se encuentran con las células musculares. La acetilcolina se adhiere a los receptores de las células musculares y hace que las células se contraigan o se acorten.
Las inyecciones de botox evitan la liberación de acetilcolina, que impide que las células musculares se contraigan. De esta manera, la toxina ayuda a que los músculos se relajen y así evitamos que se produzcan las arrugas.
¿Para quién es el botox y qué resultados espero?
Este tratamiento está indicado tanto en hombres y mujeres que quieran prevenir o mejorar las arrugas faciales. En las siguientes imágenes podrán ver algunos resultados obtenidos con la aplicación de botox. Pueden navegar por las imágenes y ver los antes y después.
El efecto de la toxina botulínica empieza a ser evidente entre el tercer y cuarto día del tratamiento. Hasta los primeros 10-14 días este efecto es progresivo, dando cada vez unos resultados más notables de un rostro más terso y sin arrugas de expresión.
¿Cuándo debo comenzar a utilizar botox?
La mayoría de la gente espera hasta que empieza a ver las arrugas antes de buscar un tratamiento con Botox, pero el tratamiento preventivo utiliza el Botox para tratar las arrugas antes de que aparezcan.
Si estás buscando una regla fija sobre cuándo empezar con el Botox, te voy a decepcionar, porque no la hay. Aunque muchas personas empiezan a hacerse tratamientos preventivos entre los 20 y los 30 años, no hay una edad «mágica» en la que debas empezar a hacértelo.
En su lugar, debes centrarte en tu piel y sus problemas. Una vez que empieces a notar que las líneas de expresión comienzan a aparecer, es cuando debe considerar el Botox. Si quieres evitar que las primeras líneas de expresión se conviertan en arrugas completas, el Botox preventivo es una muy buena opción.
¿Qué zonas se tratan con botox?
Como les comentaba previamente el botox tiene muchas indicaciones y se puede utilizar en muchas zonas faciales. En la ilustración siguiente pueden ver las zonas más típicas en las cuales aplicamos el botox, pero hay más indicaciones.
Zonas en las cuales se puede aplicar el botox:
- Frente
- Entrecejo
- Patas de Gallo
- Sonrisa gingival
- Dorso nasal («Bunny lines»)
¿Qué efectos secundarios tiene el tratamiento con toxina botulínica?
La mayoría de efectos secundarios se deben a una errónea aplicación de la toxina botulínica, de ahí la importancia de ponernos en manos de un especialista, quien tiene en cuenta la expresión facial natural del paciente y cómo rejuvenecerla sin cambios drásticos.
El principal problema de una mala aplicación es que se produzca, por ejemplo, la caída del párpado o del músculo facial donde se ha aplicado la inyección. Como consecuencia puede dificultar cerrar el ojo completamente o producir un constante lagrimeo, entre otros inconvenientes.
Hay que tener en cuenta que esta toxina paraliza el músculo allá donde se inyecta y, si no se aplica correctamente, puede modificar la expresión del rostro de una manera distinta a la deseada.
El botox ha adquirido mala fama durante los últimos años ya que, ante cualquier procedimiento de estética mal hecho, la prensa tiende a decir: «Qué mal le ha quedado el botox» o «Se ha pasado de botox» o «Tiene la cara hinchada de botox». Lo cierto es que rara vez el procedimiento causal es la toxina botulínica y bajo ningún motivo el botox rellena o hincha la cara.